Lo más extraño era ver como se paraba la gente a mirar aquel que no era un espectáculo ¿Lo era? ¿Tan inaccesible era la idea de que los chicos hicieran eso? No eran todos pero si un grupo grande, entre varios habían hecho la vaquita para comprar los tarros de pintura blanca, los rodillos y algunos pinceles. Lo de los pinceles fue medio al pedo… tampoco se iban a andar con detalles, lo importante era que a modo grosso la escuela quedara pintada. No tardaron tanto, en una mañana finiquitaron la cuestión del frente que era lo que más importaba. Pero lo inquietante eran las caras, los transeúntes, esos personajes, de paso efímero por los escalones de la entrada, probablemente nunca se habían frenado, nunca le habían dedicado ni el tiempo de leer el normal numero 23 La Plata que se apoyaba sobre la puerta de madera de algarrobo, digo algarrobo porque me suena a pesado. Y entonces los profesores, la directora y los demás alumnos que salieron a mirar como terminaban la empresa y entonces la cara de los profesores… poco sorprendidas, mucho menos que la de los espectadores hoy menos fugaces del frente de la escuela. Y esto que no tendría significado (lo de las caras, la de los profesores y los transeúntes, las sorprendidas y las que no) si no volvemos a esas paredes un día antes, cuando estaban siendo pintarrajeadas por los alumnos, por sus aerosoles y era la costumbre que seguía a cada fin de año, la de pintarrajear todo el frente de la escuela, la costumbre de los de quinto y buen. Pero mejor volver unos días antes porque esto no explica las caras y ahora hablo de la de los profesores. Y sobre todo el día cuando la directora los juntó a todos con su nueva idea que vaya a saber uno de donde había sacado pero que por lo menos era distinta… un poco extraña pero distinta y se juntaron en el aula de tercero que quedaba bien alejada para que nadie los escuchara. Y era algo de que ya lo de las reprimendas no funcionaban, ni que sanciones ni que ocho cuartos y que…
Y ahora si volvemos al día anterior, al de las pintadas, pintadas de colores y aerosoles, no de blanco y brochas, las pintadas del día anterior, las que no llamaban tanto la atención agraciadas por una cuestión naturalizada. Y salieron los profesores todos con la directora y los chicos que ya esperaban las puteadas típicas, los intentos, las caras de orto de sus dictadores que ya poco podían hacer y la sorpresa fue de ellos cuando los profesores sonrieron, se abrasaron, dispusieron un escenario improvisado subidos a los tres primeros escalones de la puerta donde la directora comenzó a felicitarlos y no tenía mucho para decir pero por ejemplo nombró eso de “Ratos Libres y Rock and Roll” que habían escrito a un costado de la puerta y que era bueno, que se sentía satisfecha porque sabía que habían entendido el mensaje de la institución de que la joda es solo para los ratos libres y que el rock and roll esta bueno pero hay que darle espacio solo en los ratos libres y saber que también hay que poner esfuerzo en la vida, en el trabajo etc... De inmediato subió la profesora de ingles, creo que alentada por el mismo graffiti y con lagrimas en los ojos afirmó que estaba contenta porque habían escrito rock and roll y no roq an rol o roc han rool o etc (estuvo un rato sobre la misma frase) y termino con algo de que la escuela sirve mucho, fueron varios los profesores que subían frente a los espectadores que eran alumnos o hacía un día habían sido alumnos y ahora solo espectadores sorprendidos, muy sorprendidos. Ya algunos puteaban por lo bajo para que carajo hicimos esto cuando la profesora de filosofía subía y se centraba en la A atrapada por el circulo y recordaba la clase de anarquismo, el profesor de educación cívica tomaba aquello de sin Lopez no hay nunca más, hasta fue medio mucho lo de la profesora de matemáticas que tomó por ejemplo de una buena enseñanza eso de 30.000 desaparecidos que habían metido en un rincón para decir que se sentía dichosa de que sabían contar hasta 30.000 y fue entonces un día distinto donde los profesores no putearon y los alumnos (perdón chicos) si. Entonces lo del día siguiente era obvio, la idea era la rebeldía y sin rebeldía no había nada y era todo parte de lo mismo y las puteadas, la vaquita para la pintura blanca y que se vaya todo a la mierda no vamos a darles por su comer a los profesores. Y eran estos los que ahora miraban el frente poco sorprendidos, con sonrisas sarcásticas y con la razón de su lado.
Pero entonces no, todo blanco, demasiado blanco, la escuela, el frente, los guardapolvos de los alumnos saliendo, todo blanco y la amargura recorrió el pensamiento de algunos que sintieron estar viendo la pared de aquella granja, digo la de la rebelión o la de Orwell para el más despistado. Vieron esa pared multiplicada al infinito, ya nada de siete mandamientos sino tantos más, todos superpuestos unos con otros y otros… y así hasta el blanco. Y a la profesora de ingles le vino el miedo de que los chicos ni siquiera hubieran aprendido a escribir Rock and Roll y le aterró la idea de encontrar en algún blog que escribieran roc han roll, algo parecido le pasó al de educación cívica, a la de plástica, la de filosofía y tantos otros que empezaron a cambiar la cara. Hasta la directora sufrió un poco el tema de que no podía corroborar que la institución sirviera para promover valores como el de que el roc han roll esta bien pero en los ratos libres y el trabajo y que se yo, pero la escuela esta bien blanca y pintada, preparada para arrancar el nuevo año.
//guardapolvos blancos//---//malaprendidos//
1) todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo
2) todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es un amigo
3)Ningún animal usará ropa
4) Ningún animal dormirá en una cama
5) Ningún animal beberá alcohol
6)Ningún animal matará a otro animal
7) Todos los animales son iguales
