miércoles, 26 de noviembre de 2008

UN DICHO..

Perdimos, no pudimos hacer la revolución. Pero tuvimos, tenemos, tendremos razón de intentarlo. Y ganaremos cada vez que un joven sepa que no todo se compra, ni se vende y sienta ganas de querer cambiar el mundo.

Envar El Kadri


lunes, 24 de noviembre de 2008

DEL NOTICIERO Y LA DISCRIMINACION

¡Aparecen horrorizados! Y no es para menos, parece que hoy la noticia tiene que ver con los “Facebook”, que vaya a saber uno que carajo es dentro de esa maraña de anarquismo de la Internet que solo los jóvenes conocen. Y es noticia que hay grupos que discriminan dentro de estos “sitios”, ¡Cumbieros de mierda! ¡Negros de mierda! ¡Matar a todos los delincuentes! Y quien sabe que cosas más dirán estas personas por ahí. Y el doble de miedo porque la mayoría son jóvenes ¡Los jóvenes discriminan! ¡Los jóvenes dicen negro de mierda y lo hacen donde no podemos controlarlos! Y es que la discriminación se esparce en estos ámbitos desconocidos para el hombre común ¡En grupos de hasta 100 personas! Como para no generar el terror o la atención momentánea de los noticieros, que hoy se acuerdan horrorizados de los peligros que se esparcen donde las reglas de la razón y la justicia todavía no encuentran sus látigos más afinados. No es tiempo para parar y admitir que cualquiera de esos dichos son los centros de mesa de más de una casa puritana, no es tiempo de mirar sin asombro y admitir que para que ciertas cosas lleguen a ciertos lados antes tienen que ser parte de algo superior. Por el contrario ¡Hoy el noticiero esta consternado! Y hasta pondrá un especialista para que entendamos la gravedad de la situación, para penetrar en esa nebulosa de “la Internet”
¡En lo desconocido se alcanzan a escuchar los ecos de la discriminación! ¡En un tal “Facebook” hay gente que dice “negro de mierda” que hasta pediría que maten a todos los criminales y bajarían las edades de imputabilidad hasta cero de serles posible! ¡Que no pueden distinguir entre los delincuentes y “esos” que son parecidos en su aspecto! ¡Que se regalarían a cualquier fascismo o que peor aún pudieran ya “ser fascistas”!
Que considerado el noticiero, tan desentendido en su asombro de esa imagen que plasma todos los días en la retina de millones de personas, lo digo porque la veo, siempre justo en el medio de dos noticias sensacionalistas sobre la inseguridad. La propaganda de una famosa puerta impenetrable, la viva imagen de un “sudoroso negro de mierda” corriendo y rebotando contra algo “más duro que la realidad”. Que considerado el noticiero.



cuanta Hipocresía //malaprendidos//

domingo, 23 de noviembre de 2008

DE LOS BORREGOS LIBRES


…por eso cuando lo escuché tan seguro, afirmando las bondades o supuestas fortalezas de estos tiempos. Con sus aires optimistas, buenos aires; No tardé en darme cuenta de que se seguía hablando de lo mismo. Pero es lindo ver a la gente cuando intenta ser optimista, cuando ve un poco para adelante, cuando pretende trabajar unida. Por lo menos es extraño, eso no me lo va a negar nadie.
Y los dejo seguir con sus incongruencias, por la patética razón de que mi control esta a brazo y medio de distancia, hasta ese punto se han ganado el derecho de estar en la pantalla. Esa sería la medida, o mi medida para mi pantalla. Y entonces siguen hablando y prometiendo-se. Se mienten y se creen sus mentiras, quien pudiera tener la felicidad de mentirse y creerse… Ver en el hombre moderno, los “nuevos hombres modernos” algo genuino, algo nuevo y prometedor… Afirmar que el hombre posmoderno “ya no es el borrego que va a seguir a cualquier genio” es una certeza que no merece muchas atenciones, pero tomarlo como algo positivo si vale sus tiempos.
Es cierto y se acepta la caída de las grandes estructuras, la caída de todos los ismos excepto ese que afirma que el futuro y el pasado son dos cuestiones poco económicas para ser pensadas. Que el presente es el único merecedor de cierta intelección, mucho menos pesada y sin ataduras. Y es verdad que en eso anda la mayoría… Pero de ahí a tomarlo como algo bueno, algo necesariamente positivo, yo pondría mis frenos. Ya lo he dicho recién “en eso anda la mayoría” y por más vuelta que le busco “mayoría” no deja de sonar a borrego. Por eso cuando estos tipos, todos juntitos ahí en la pantalla ven bondades y futuras promesas en el hombre posmoderno, ven un hombre que ya no es el borrego que sigue a grandes empresas de algunos genios, yo no dejo de ver en el fondo más que un hombre que ha dejado de seguir las grandes ideas de unos pocos, que ha dejado de ser el borrego de los ismos solo en la medida que a pasado a ser el borrego que persigue su propio trasero dando vueltas en circulo.




jueves, 20 de noviembre de 2008

LA MATERIALIDAD DE LOS MEDIOS



Por ahora me gustaría intentar retomar una idea que me anda dando vueltas en la cabeza,. Aunque decir idea, suena a demasiado. Mucha pretensión para este cuaderno. Son un par de cosas, un par de autores que a partir de los cuales han tomado mas forma algunas conjeturas que no me gustaría olvidar. Pero no voy a nombrar autores, ya lo he hecho en varios de los puntos del cuaderno y los nombres son en más o menos los mismos.
Voy a tomar como punto de partida un dialogo de la naranja mecánica que escuche hace un rato, mientras recordaba la famosa escena de la rehabilitación de Alex. Me acabo de dar cuenta que he omitido de nombrar autores y he terminado recordando personajes ¿Qué significado tendrá esto? No tengo que alejarme de mi idea.
Y entonces vamos a aquel dialogo, o mejor dicho, trozo de dialogo que me hizo volver a todas estas cositas que andaban dando vueltas por ahí. Que como el titulo lo indica tienen mucho que ver con las cosas que me surgen a partir de los medios de comunicación, pero sobre todas las cosas sobre la materialidad de los mismos. Y por materialidad quiero remarcar en realidad un concepto simple. El de la influencia, la penetración de los medios masivos sobre los individuos. Y otro énfasis en esa palabra que se suma y por descuido o estética no ha pertenecido al titulo. Acabo de nombrar la palabra masivos y es sobre este tipo de medios, el que está orientado a esta creación particular de la historia de las sociedades. Pero no nos adelantemos que todavía no he hecho mención del dialogo y vamos sin más preludios: Me voy a centrar en ese momento en el que Alex está en ese cine, en pleno proceso de rehabilitación, con esa especie de tenazas sosteniéndole los parpados para que no pueda cerrar los ojos, frente a esa pantalla gigante, maniatado y observando sin más. Con el conjunto de científicos que aclaran el experimento entre ellos. En ese momento que el personaje disfruta el rojo de la sangre y nos aclara o reflexiona: “Es loco como los colores del mundo real solo se ven reales cuando se ven en la pantalla”.
La primera aclaración será la de tener en cuenta de que el dialogo no sale del libro, solo de una versión española de las que he encontrado en Internet. En primera instancia había pensado hacer una pequeña investigación para llegar a las verdaderas palabras. Pero inmediatamente después me di cuenta suma mucho más hacer el análisis partiendo de esas que he escuchado sin someterlas a ningún tipo de duda ¿Por qué suma? Ya veremos, pero puede tener que ver con el hecho de aceptar la masividad de Internet como medio y un poco de aquello de materialidad. Creo que suma desde esos dos puntos. Cuando termine volveré y me daré cuenta si tuve razón o no.
Tomemos estas palabras entonces, Alex nos dice: “es loco” Le parece extraño, acaba de surgirle eso en la cabeza, esa especie de certeza y sigue: “los colores del mundo real solo se ven reales cuando se ven en la pantalla”. Es como que le surgiera la idea de que lo real solo puede obtener esa realidad que le pertenece, tomar materialidad dentro de la vida solo después de haber pasado por ese filtro, ese certificador que es la pantalla. Y aquí ya entramos en el tema, pequeño ápice que me llamó la atención dentro de esta cuestión tan trabajada por diversos pensadores ¿Desde que punto? ¿Debido a que situaciones el espectador acepta esta relación de realidad entre la pantalla y su vida? ¿Bajo que cuestiones se articula? ¿Qué le debe el espectador a esa novia infiel para permitirle estas concesiones? Para olvidar que no hace tanto, le ha prometido un “vamos ganando” para olvidar todo y aceptar sin ningún tipo de prejuicios esta materialidad que se genera a partir de ella. Surgen estas y muchas más preguntas que no tendrán respuesta aquí, porque merecen verdaderos trabajos de investigación que no estoy dispuesto a hacer, por lo menos no en este cuaderno. Por lo menos a manera de ver, hay que tener en cuenta las cualidades hipnóticas del experimento que se esta realizando en la película. No voy a hacer una psicología de las masas, pero si a recordar que existen puntos comunes que me volvieron a la mente cuando repasaba la escena. Creo que una de las primeras cosas que tenemos que admitir es esa incondicionalidad entre el espectador y ese objeto de comunicación masivo y aquí por razones propias me voy quiero centrar la atención en el medio masivo por excelencia, el que ha revolucionado, la televisión ¿Tendrá algo que ver con esta dialéctica del amo y el esclavo? Esta pregunta inmediatamente no lleva a la otra ¿El hombre se ha vuelto esclavo del objeto? Alejémonos de Hegel que suele asustarme y en él no estaba pensando al empezar a escribir estas líneas. Solo un punto, un único punto que me surge que tiene que ver con él. La idea de la relación que se propone entre ambas partes y la creación de las mismas a partir de esta relación. El ser, a partir de lo que no soy… Me estoy yendo de lo que quería marcar pero estoy seguro que volveré sobre estas líneas, que son creadoras de algo más, hoy no será, pero en algún momento. Estoy seguro que este es uno de los puntos a partir de donde surge cierta materialidad que tiene que ver con el discurso, el discurso de verdad creador de realidad dentro del individuo. Y aquí la palabra discurso y el que haya leído ciertos autores entenderá que digo mucho más que una palabra con esto. De que estoy hablando del discurso creador, disciplinario si así se quiere, ese que tiene que ver con el conocimiento que no es una esencia, el conocimiento que fue “inventado”.
Y entonces pasemos un poco en limpio todo este vomito de palabras sueltas. Tenemos una relación, una cierta hipnosis que ya viene dada para el sujeto espectador, porque no pensarlo, una relación dialéctica entre objeto y sujeto, donde ambos quedan constituidos y en el sentido marxista uno objetiva mientras que el otro subjetiva o mejor dicho crea subjetividades, juego de subjetividades dentro de los cuales se articula el conocimiento, ese que no es esencia. Y para quien todo esto, para el espectador ya se a dicho. Pero un poco más. Para ese espectador particular, que ya viene dado, creado por una relación ya existente. El “espectador masa” que encuentra su realización, o para encontrarle más sentido en este texto, la realización de su realidad, palpable y vivibles dentro de la pantalla y a partir de ella. Ese que vive respecto de esos conocimientos que tienen tanto que ver con el discurso televisivo, un discurso que deberá admitirse sin tantas precauciones no es un discurso ingenuo, como no fueron ingenuos los textos de la época dorada del libro. Tenemos entonces ese coliseo romano que tiene la posibilidad de penetrar en las casas, en las familias, que me animo a decir penetra en los cuerpos, los forma, desforma en una relación cuasi hipnótica. Aunque no siempre unidireccional. Tenemos claros ejemplos de esto, podría tomar el modo en que cambian las relaciones sexuales entre los individuos, o mismo, nadie podrá evitar encontrar ciertas similitudes entre ciertas situaciones de las parejas y las sugeridas en la pantalla. Y es que pareciera que sufrir por un abandono, una traición, toma ciertos patrones “estéticos” que deben ser respetados para que el discurso sea correcto o verdadero. Para que los demás entiendan sobre que es lo que estamos sintiendo existe un “como” lo hacemos. Desde este punto la televisión, actúa como agente normalizador, y aquí estamos rozando ciertas cosas de funcionalismo que solo conviene rozar. Podria seguir, solo quiero cerrar esto con la imagen de alguno de los patrones de histeria permitidos por Hollywood, tal vez una novia en una parada de colectivos, esperando en el fondo que el otro aparezca para frenarla. O algún hombre llorando en la bañera, sentado con la lluvia en la espalda, con la impresión de ser el actor de algo, de estar sufriendo bien o “mejor” al hacerlo de esta manera. Meras imágenes que se me vinieron a la cabeza mientras cerraba el texto.

//malaprendidos//

sábado, 15 de noviembre de 2008

DE LA CURISIDAD Y LA INDIFERENCIA

...porque es como eso que leí por ahí, engloba muchas cosas dentro de las cuales el amor no puede sentirse muy especial. Todo se centra en el misterio, en la curiosidad, las ganas de penetrar en lo oscuro, las ganas de develar, la esperanza de encontrar. Cuando esto desaparece es el triste momento en que la curiosidad le cede el paso a la indiferencia. Y esto significa muchas cosas, significa modos de vida, maneras de sentir y de pensar. Así, cuando se pierde la curiosidad por la vida, el hombre pasa a vivir con indiferencia. La vida pasa a ser simple, indivisible, “entendida” y ¿Qué queda para el que la vive? O cuando se pierde la curiosidad por ese otro “objeto de amor” ese amor deja de serlo, el objeto pasa a ser indiferente, suplantable, desechable. Solo otro individuo, otro objeto provisto de lo que mañana ya no será suyo. Y así el amor pierde su seducción desde sus objetos.
Por eso asombra en este mundo, escuchar a aquellos que se dejan atraer por la indiferencia, que ante cualquier pregunta certera intentan el escape con un gesto de hombros que piensan, los deja “bien parados”. Pareciera que no ven el inminente final que expresa la falta de curiosidad a la que estos tiempos nos empujan. La falta de curiosidad de una vida desinteresada que nos deja sin la seducción de los objetos, que aparecen en los extremos. O demasiado oscuros para echarles luz o demasiado iluminados para atraernos a descubrir. Será otro de los ambientes a tener en cuenta para quienes quieran manejar los hilos; Entender sobre que temas y en que momentos el hombre común debe ver las luces o temer a las sombras. Manejando las luminosidades y con ellas las seducciones. Develando o no los misterios. Marcando oscuridades herméticas o enigmas muy sabidos que no hagan más que llamar a la indiferencia.

ricardo alonso
mal aprendidos