lunes, 6 de octubre de 2008

URBANIDADES 1



Es en esos espacios. Tras las laminas de madera, los hierros oxidados de las redes tejidas, las puntas y los filos de esas paredes prefabricadas. Es dentro de esas sombras que se generan, las cuadradas y hexagonales que se extienden desde la puerta de esas inmensas magnificencias que marcan el nacimiento y renacimiento de esta civilización y los edificios. Lugares abandonados por la luz que no logra esquivar la geometría de lo naciente, que siempre tiene su cuota de antiestética, de abrupto, salvaje, desorganizado. Es detrás; Es dentro de ese ínfimo fragmento de urbanidad, donde lo secular se hace presente. Quizás en forma de tramontina y monedas o simplemente una angustia sutil que nos obliga a acelerar el paso por unos segundos. De correr hasta los focos para volver a sentirnos “seguros”, ordenados, estructurados. Es en la naciente de esos edificios que marcan el prospero futuro de las ciudades, que en este momento son niños esperanzados, esparcidos por todas lados, esqueléticos, hambrientos de cemento y ladrillos. Es precisamente en esos sectores donde lo secular esta presente para recordarnos que ya no es tan cierto eso de la civilización “o” la barbarie. Son esos los espacios de sombras que hasta los faroles esquivan con la mirada, lugares donde esa dialéctica planteada se pierde y la ciudad nos muestra que necesita el “y” más que el “o”. Que la educación tiene sus rumbos y sus fines, sus limites e indiferencias, sus sombras y demoras. Lugares donde debemos admitir que el gobierno de la razón nunca podrá extender sus garras iluministas. Donde la urbanidad y la civilización se ven obligadas a admitir que sus estructuras no son endebles pero dejan espacios. Que tras esa curva, ese dobles de maderas que defienden los pies de las grandes construcciones de hormigón, acecha lo visceral, lo residuoso, lo sedimentado.
Sea entonces la lucha de los que gobiernen esas grandes moles, la que tienda a erguir la mayor cantidad de luces naranjas y reducir las sombras. Sean entonces ellos, los primeros en admitir y darse cuenta de que mientras esta urbanidad siga naciendo y renaciendo, creciendo intentando tocar el cielo, siempre habrá una ínfima sombra, hexagonal o cuadrada que nos recuerde que lo secular sigue presente. Que es mas “y” que “o”. Que es producto y no oposición.

//malaprendidos//

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