domingo, 6 de abril de 2008

EL CAPITALISTA COMUNISTA Y LOS Qs

Ricardo E. Provenza Tercero que ya por nombre nos tira más hacia el feudo, hacia la idea de esos siglos que se encierran (para tirar alguna fecha) entre el nueve y quince, época tan oscura para algunos como importante para otros y dios no permitiera todo esto de tomarlo a Don Ricardo E. Provenza Tercer de esta manera ¡Ni feudo ni que ocho cuartos! ¡Dios no permita! Y a dios pongámoslo en duda, no habría problemas por ese lado, pues la familia Provenza nada tiene de feudo y ciertamente su porte actual nada le debe. Hablo de burguesía obviamente, la de galera, quizás bigote, porque no. Pero Ricardo E. P. Tercero no tiene bigote y lo que le sucedió esa noche de abril, no tiene tanto que ver con esto, aunque no voy a mentirles con que, tal vez si lo tiene y estoy dándome un respiro para lo que viene.
La escena fue distinta a lo que estamos acostumbrados, digo que no fue en un lago, no estaba pescando, nada de esas cosas de dos platos uno sobre el otro girando, zumbidos, luces y levitación, todo eso a lo que nos trae acostumbrado la televisión. No gastaré tiempo en representarles como fue el momento del rapto, porque ya he perdido tiempo diciéndoles como no lo fue. Queda a la imaginación del lector como eran estos seres extraterrestres, como se apoderaron de nuestro personaje, y aquí voy a permitirme exigir que mi ociosidad de escritor se transcriba en la laboriosidad del lector.
Una vez terminada nuestra empresa imaginaria puedo afirmarle que no se me hubiera ocurrido mejor manera para pensar como se comunicaron estos seres (que llamare los Qs por algo que le escuche decir al mismo Ricardo E. P. T.) Muy lucido de su parte, déjeme agregarle.
Y es verdad que pueda ser un poco humillante pensar en Ricardo E. Provenza Tercero rogando por su vida, y poco fiel seria afirmarlo por cierto; Pues después de algunas suplicas en su dialogo notaremos ese arte burgués que lo caracteriza por clase, ese arte de la negociación que no llega porque si a la labia de algunos:
-Les digo señores que se han confundido conmigo, soy muy importante como para que me hagan desaparecer de la tierra- Los Qs se miraron sin entender a que se refería con eso pero dieron a su secuestrado la posibilidad de explicarse.
-Creo que han agarrado a la persona equivocada, muy mala la suerte de ustedes en este azar en el que han participado. Al elegir a una persona como yo teniendo a tantos millones desparramados por este mundo, se han equivocado soberanamente- Poco conformados con estas palabras uno de los Qs saco la cuchilla dispuesto a comenzar con las pruebas y fue entonces cuando la cosa se puso poco graciosa para Ricardo E. P. T. que abrió los ojos y desesperó.
-¡Tengo millones de dólares! Les daré la mitad de mi dinero si me dejan ir- Entonces el el zumbido de la cuchilla y -¡Les daré todo mi dinero!- Los Qs poco entendían eso del dinero, miles de años separaban esas arcaicas cuestiones económicas de la humanidad de sus razonamientos. Sintieron ganas de saber de que se trataba. Quizás aprenderían más de esos arcaicos seres permitiendo que nuestro personaje les contara el porqué de su importancia respecto de otros, que metiéndole una sonda por el culo. La cuchilla dejó de zumbar y los tres fueron hasta la bóveda donde Ricardo E. P. T. les mostró a los Qs una montaña de papeles de color verde mientras les decía: -Todo esto será de ustedes si me dejan ir- Ahora si los Qs estaban desconcertados –Podrán hacer lo que quieran, ser los dioses en esta tierra, soy el hombre más rico del mundo- Lo miraron extrañados y a uno le dieron ganas de comenzar con los análisis y las cuchillas pero el otro estaba sorprendido de no entender a que se refería. -¿Por qué una persona que tenga montañas de este papel puede ser un dios en este mundo?- Pobre extraterrestre tratar de entender cuestiones tan arcaicas le llevaría mucho tiempo y pobre Ricardo E. P. T. porque eso significaba que no tenía mucho tiempo para escapar de las cuchillas. No podía empezar con cuestiones de modernidad, de iluminismo, liberalismo, macroeconomía, propiedad privada ¡No podía ni pensar en hacer una reseña histórica de la evolución de su familia! Y el Q le dijo –No te entiendo y se me acaba el tiempo ¿Qué diferencia hay entre este montón de papeles que tenés acá y el montón de leña que había en la cabaña de la persona que raptamos la semana pasada? ¿Por qué tanta seguridad para llegar hasta estos papeles?- Desesperó por un momento, se imaginó a él mismo llegando a un mundo en el que alguien le mostrara una bóveda llena de madera y le dijera que era la persona más rica. Le estaba dando una oportunidad, no era tiempo de andar con boludeces ni ideologías así que recordó las sabias palabras que el padre le había legado en su juventud, esas que el padre había heredado de su abuelo y así por los tiempos de los tiempos –Si alguna vez tienes problemas, y solo si tienes problemas, utilizarás la provechosa sinfonía del MDM y DMD, la del violín…- Claro que para nosotros poco significado tienen estas palabras, tan atónitos como los Qs quedaríamos si Ricardo E. P.T. las dijera en voz alta. El lo sabía y comenzó:
-En nuestra sociedad, la de los humanos, todos luchamos por un bien común, todos luchamos por el avance de las cosas y de todos-
-Y entonces ¿Porque vos sos más importante que otros?-
-Dame dos minutos que eso estoy tratando de explicarte. Tras siglos de luchas e intentos comprobamos que las condiciones todavía no están dadas para que todos tengan todo, nuestros gobiernos son corrompibles, nuestros estados son perversos- Los Qs se miraron, no sabían que era el estado, que eran los gobiernos.
-No nos estas explicando…-
-En este mundo todos trabajamos y no es porque si. Al cambiar el entorno, al forjarlo o someterlo por medio del trabajo, al crear el hombre logra realizarse por completo. Es un acto que solo los humanos entendemos. Nuestro corazón se llena como ¡Tenemos allí una de las actitudes más propiamente humanas! ¡Que acto más sabroso del hombre! ¡Que más característico del hombre, que el disfrute de hundir sus manos en la arcilla! ¡Sentirse libre! Pero el problema era que no podíamos acumular esa “felicidad”. El carpintero creaba y esa “felicidad” moría con él y no se pasaba a generaciones futuras. Entonces algunos se preguntaron como hacer para juntar esa felicidad, para hacer imperecedero ese acto tan propiamente humano. Como acumular todo eso para que, en el día final, ese en el que todos estemos en condiciones poder redistribuir esa felicidad en todos y cada uno… La respuesta fueron esos papeles que ustedes tienen justo en frente. Esos papeles que tenemos ahí valen más que la madera porque representan un acto de esfuerzo, un acto de creación, un acto de “felicidad”- Ya tenía la atención de sus captores y se acercaba la hora de la comida así que tomó una faja de billetes y los invitó al mejor de los restaurantes.
-¿Es por eso que están tan resguardados? ¿Por eso las llaves, las rejas y todo eso?-
-Claro, piensen que ahí está la acumulación de aquel acto propiamente humano, desde hace siglos y siglos- Aquí frenó y se puso serio mientras afirmaba:
-Ni me quisiera imaginar que pasaría si todo eso se perdiera, pensar que yo soy el único que tiene la llave ¡Que pasaría con la humanidad!- Los Qs que tenían escrúpulos se miraron porque empezaban a entender la gravedad de la situación. Una cosa era estudiar aquellos seres y otra muy distinta era terminar con su existencia. Ricardo E blabla se refregó los ojos con fuerza y las lágrimas comenzaron a caer mientras miraba un billete:
-Veo esto y no puedo ver más que un carpintero creando una hermosa mesa, veo este otro y..- Pasó billete por billete cada uno con su historia y cuando llego a 180 pesos pagó la cuenta y los miró:
-Supongo que estarán más que satisfechos con esta comida que hemos disfrutado, se la debemos tanto al viejo herrero de hace siglos como al simple obrero de la fabrica que esta aquí enfrente- Los Qs asintieron con cierto calor ¡¿Quien podía ser tan poco considerado como para destruir todo eso?! Ellos no y eso era seguro así que se levantaron y saludaron a Ricardo E. P. T. orgullosos de haber estado frente a esa persona eterno guardián de lo propiamente humano. Abrazaron al mozo y le dieron unos billetes mientras le pedían que los acompañe a fuera para preguntarle no se que cosa…

//malaprendidos//

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